En celebración del Día Internacional de la Mujer, y en honor a Leila Khaled y a todas las mujeres quienes han jugado un papel decisivo en la lucha por la liberación nacional palestina, estamos republicando este artículo publicado originalmente por Liberation School el 17 de abril de 2007.
“Tengo una causa más alta y noble que la mía, una causa a la que deben subordinarse todos los intereses y preocupaciones privados”.
—Leila Khaled—
Las mujeres palestinas han estado participando en todas las formas de resistencia, incluida la resistencia armada, durante el tiempo que el pueblo palestino ha luchado por la liberación nacional. Leila Khaled es probablemente la más conocida internacionalmente de estas heroicas mujeres. Ha dedicado su vida a liberar a Palestina de la ocupación colonial y a la lucha internacional por el socialismo.
El movimiento de resistencia palestino ha perdurado durante décadas. Khaled es una figura importante en esta lucha, no solo como mujer, sino como organizadora con conciencia de clase que nunca dejó de hablar y luchar contra la ocupación israelí de Palestina y sus patrocinadores imperialistas, es decir, Estados Unidos y Gran Bretaña.
Del nacionalismo al socialismo
Khaled nació en 1944 en Haifa, entonces parte del Mandato Británico de Palestina. Ella era una niña cuando los sionistas lanzaron una guerra de terror contra los indígenas árabes palestinos. Ella y su familia se convirtieron en refugiados junto con otros 750,000 palestinos y palestinas cuando se fundó el Estado de Israel en 1948.
Khaled, como tantos palestinos desposeídos, creció en un campo de refugiados desesperadamente pobre en Tiro, Líbano.
Debido a las difíciles condiciones materiales y sociales de su vida, Khaled comenzó a desarrollar conciencia política desde niña. A los 15 años, se comprometió a tiempo completo con la lucha palestina.
Khaled se unió al Movimiento Nacionalista Árabe y se sumergió en el activismo político. Asistió a la Universidad Americana de Beirut, donde ayudó a organizar manifestaciones militantes en apoyo de la liberación palestina.
Después de su formación, Khaled se unió a la organización marxista el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). Se convirtió en una ardiente revolucionaria comunista, profesando admiración por Lenin, Fidel Castro y el Che, Ho Chi Minh y Kim Il Sung, entre otros.
Organizó una célula del FPLP en Kuwait, ayudó a difundir propaganda revolucionaria entre la diáspora palestina y los árabes de la región y participó incansablemente en varios proyectos para ayudar financieramente al FPLP.
Khaled pronto se unió a una unidad de operaciones especiales del FPLP y recibió capacitación especializada para participar en operaciones militares. Esto se produjo después de que el FPLP y otros grupos palestinos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) decidieran iniciar la lucha armada contra el estado colonial de Israel para recuperar su patria.
En 1969 y 1970, ella y sus camaradas del FPLP llevaron a cabo una serie de secuestros de aviones comerciales para exigir la liberación de presos políticos palestinos, muchos de los cuales estaban siendo sometidos a severas torturas dentro de las cárceles israelíes. El objetivo táctico era lograr la libertad de los prisioneros y, al mismo tiempo, llamar la atención de la comunidad internacional sobre la difícil situación del pueblo palestino.
Operaciones militares
Durante el secuestro en 1969 de un vuelo de Trans World Airlines, en ruta de Roma a Damasco, Khaled obligó al piloto a sobrevolar Haifa, para que pudiera ver la ciudad natal que a ella no se le permitía visitar. A ninguno de las y los palestinos desalojados de su tierra natal por Israel se le ha permitido regresar.
Ningún pasajero resultó herido en el secuestro del avión El FPLP hizo estallar el avión vacío en Damasco para subrayar la seriedad de la acción. Khaled y su camarada Salim Issawi fueron detenidos brevemente y finalmente liberados por el gobierno de Siria.
Khaled luego se sometió a una cirugía plástica para ocultar su identidad. Esto le permitiría participar en futuras operaciones militares de alto perfil.
Ella emprendió un segundo secuestro sin ser detectada; esta vez de un avión israelí de El Al desde Amsterdam. Durante este secuestro, debido a la presencia de guardias armados en el avión, murió su camarada Patrick Arguello, internacionalista nicaragüense. Khaled fue capturada y entregada a las autoridades británicas.
Fue liberada poco después a cambio de rehenes de occidente detenidos por el FPLP. El FPLP hizo estallar cuatro aviones comerciales secuestrados vacíos en Dawson Field en Jordania mientras la prensa internacional observaba.
Las dos operaciones militares más famosas de Khaled obtuvieron su objetivo previsto y la convirtieron en una heroína en Oriente Medio y en otros lugares. Como Khaled describió en su autobiografía, “Nuestro objetivo mínimo era la inscripción del nombre de Palestina en la memoria de la humanidad y en la mente de todo libertario que se respete y que crea en el derecho de los subyugados a la autodeterminación… Salíamos a golpear el corazón del opresor”.
El perfil internacional de Khaled planteó no solo cuestiones de liberación nacional, sino también el papel clave que desempeñaban las mujeres en el movimiento palestino.
Cuando se le preguntó en una entrevista si era terrorista, Khaled respondió: “Cada vez que escucho esta palabra hago otra pregunta. ¿Quién sembró el terrorismo en nuestra área? Algunos vinieron y se llevaron nuestras tierras, nos obligaron a marcharnos, nos obligaron a vivir en campamentos. Creo que esto es terrorismo. Usar medios para resistir este terrorismo y detener sus efectos —esto se llama lucha—”.
La resistencia continúa
Durante más de 50 años, Khaled se ha mantenido como una revolucionaria dedicada. Ella es admirada por mujeres y hombres en todo el mundo.
Actualmente vive con su esposo y sus dos hijos en Ammán, Jordania. Ella no ha perdido su espíritu revolucionario y ha continuado su activismo político con celo.
Ahora, Khaled habla a menudo en conferencias internacionales y sigue siendo una portavoz elocuente de la lucha de liberación palestina, siempre planteando la centralidad del derecho al retorno de las y los refugiados palestinos.
Según Khaled, “La lucha del pueblo palestino ha tomado muchas caras. Lucha armada, intifada, y ahora ambas. Lo que significa que mientras haya ocupación en nuestro país, el conflicto continuará”.
